No tengo miedo de un peligro. Si entrase un hombre, lo mataría sin que me temblara ni un músculo. No tengo miedo de los fantasmas; no creo en lo sobrenatural. No tengo miedo de los muertos; creo en la aniquilación definitiva de todo ser que desaparece. ¿Entonces?...sí, ¿entonces?... ¡Pues bien! ¡Tengo miedo de mí mismo! Tengo miedo del miedo; miedo de la angustia de la mente que se extravía, miedo de esa horrible sensación que es el terror incomprensible (...)
Tengo miedo de los muros, de los muebles, de los objetos familiares que se animan, para mí, de una especie de vida animal. Tengo miedo sobre todo de la horrible turbación de mi pensamiento, de la razón que se me escapa en un caos, extraviada por una misteriosa angustia invisible.
¿Él?(1883)
Guy de Maupassant
domingo, 3 de febrero de 2008
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4 comentarios:
algunas veces he sentido ese terror al mirar dentro, como si buscar demasiado adentro fuese peligroso. quizá todos tememos tener un loco dentro que pueda salir en cualquier instante
O el terror de observar como el Alzheimer hace mella en las personas queridas...
sí, algo terrible, seguramente. creo que nuestra obsesión por vivir para siempre... nos exige precios altos
Llego tarde como siempre y comento tus entradas cuando hay tres o cuatro más por encima pero tenía que decírtelo, ¡Cómo me ha gustado este post!
Un abrazo
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