Hace unas pocas horas que he salido del teatro Lliure de Barcelona aprovechando que estos días estoy más libre (Lliure) y escribo estas líneas aún trastocado por la obra que he tenido la suerte de ver, gracias en gran medida, a la insistencia de una buena amiga.
Purgatorio es un montaje que ha traído el festival Grec de Italia (la obra está hablada en italiano y subtitulada al catalán) y se basa de manera totalmente libre en la Divina Comedia del gran Dante.
En la obra se habla poco, se basa en unos grandes silencios que caen como losas y crean un ambiente frío al estilo del maestro de la incomunicación, Antonioni. Después de la calma viene la tormenta. La tempestad estalla y todo fuera de plano o mejor dicho de escenario, sólo se oyen las terribles voces presididas con la proyección de la palabra "la música". Luego aparecen los sueños que se transforman en pesadillas plasmadas en una vídeo-proyección sobre una pantalla circular al estilo Floyd. La música y las imágenes son realmente embriagadoras y crean una atmósfera enfermiza que recuerdan al mejor Lynch.
En general toda la puesta en escena es soberbia de lo mejor que he visto. Entre las muchas maravillas aparece una pantalla transparente (para leer las frases y a la vez ver detrás la escena) que proyecta comentarios de lo que los personajes hacen o están a punto de hacer a modo de acotaciones o anotaciones como si de un libro o cuaderno se tratara. En fin, una gran velada teatral que tardaré mucho en olvidar. Una maravilla.
Por desgracia ya no se pueden ver las tres partes, Inferno (sin palabras), Paradiso (una instalación en la Capella) y hoy acababa Purgatorio.
martes, 7 de julio de 2009
EL PURGATORIO DE CASTELLUCCI
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario