Entre las calles Ferran y Boqueria del barrio gótico sube una pequeña calle peatonal poco ancha donde se encuentra un jardín oculto por un gran muro. Este jardín data del año 1861 y pertenecía a la casa de Ignacio Puig. Ahora el Ayuntamiento lo ha recuperado y lo ha cedido a un Hotel. Para poder visitarlo hay que armarse con un poco de valor y cruzar el Hall del Hotel. El jardín es frondoso y tiene dos fuentes mudas de piedra en forma de cascada. Los dueños del Hotel han querido poner un toque moderno al jardín romántico colocando unas luces de pie y unas mesas con sillas de color blanco que desentonan completamente. El sitio es acogedor y tranquilo pero tiene "algo" que lo hace inquietante, puede ser las habitaciones que dan directamente al jardín, lo descuidado y lleno de hojas secas, los tres gatos acurrucados...
He intentado al menos dos veces de abrir un libro y leer en paz unas pocas líneas pero no he podido y aún no sé porqué...
sábado, 9 de junio de 2007
EL JARDÍN SECRETO
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8 comentarios:
Secreto para la mayoría --yo incluído--, pero, como siempre, no para usted.
Me gusta tu blog.
quizá ese lugar te recuerda a otro, quizá hay algo en su atmósfera que se guarda desde otra época y fue siniestro. mmm, investiga!
Espero descubrir (con ayuda de todos) cada vez más cosas y me doy cuenta que por suerte aún hay muchas cosas que valen la pena y desconocemos.
He intentado investigar un poco sobre el personaje de Ignacio Puig pero no he descubierto nada.
SAludos!!!
Seguiremos sus investigaciones con gran interés. Si la fotografía corresponde al jardín que usted menciona, como supongo, he de decir que la han cagado al convertirlo en una m... de diseño. Al gusto de los turistas con ínfulas culturales que visitan nuestra torturada ciudad.
Amigo maumaunoexiste: al ir haciendo su blog, se habrá ido dando cuenta de lo necesario que es. ¿Las fotos son suyas?
Por cierto, en principio siempre es posible entrar en un hotel, a tomarse algo al bar. De hecho, los bares de hotel son los grandes desaprovechados de la gran ciudad...
Sí, las fotos son mias. El problema de tomar algo en un bar del Hotel son los precios y las ventajas son la tranquilidad y que suelen tener la prensa de muchos países. Me parece que Vila-Matas y Joan de Segarra suelen frecuentar los bares de los Hoteles de su ciudad.
SAludos!
qué atmósfera más relajada... pena de esos cuernitos lumínicos, estoy totalmente de acuerdo.
bonita foto :)
un besote
Yo lo descubrí hace poco y me parece un pequeño tesoro en el corazón del Gótico. El jardín es muy tranquilo y los gatos que andan a sus canchas le dan un punto más de tranquilidad. Sl2
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