Dos amigos perdidos en el desierto. Caminar y diálogos cada vez más angustiosos, lo que empezó como una diversión se convierte en una pesadilla.
Una película sencilla con sólo dos actores y una música minimalista de Arvo Pärt convierten a esta obra en la mejor que ha filmado Gus Van Sant.
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1 comentario:
Gracias por la recomendación Maumau. Me encanta Van Sant.
Besitos
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